domingo, 19 de febrero de 2012

Falacias y Sofismas

Tengo poco tiempo estos dias para publicar mas de la información que tengo recopilada y olvidada en algun rincon de mi PC, francamente debo alardear de lo ocupada que estoy, no me alcanza el tiempo de tanto trabajo que me ha surgido, en tiempos de crisis mundial, tener trabajo mas que suficiente es una bendición, esa es la razón por la cual no me ven tan a menudo. Espero próximamente tener un espacio de tiempo libre para sentarme a organizar lo que tengo, para seguir compartiendo información de interés, en este momento no puedo detenerme a revisar todos los comentarios pendientes que han llegado, he visto algunos muy acertados que vale la pena responder y agradecer, otros son las tipicas falacias que se repetirán hasta el infinito, sin dejar de lado los insultos, que son el reflejo de lo que lleva dentro el corazón de quien así se expresa.

A propósito de Falacias, acá les dejo alguna información al respecto.

Una Falacia es una declaración, noción, creencia, razonamiento o argumento basado en una deducción falsa, errónea o inválida.

Las ideas o hipótesis no basadas en información provista por la naturaleza, sino en información existente únicamente en la mente humana, son consideradas falacias.

Sofisma es cualquier argumentación adulterada que se usa para defender una falacia.

Existen varias clases de falacias o sofismas, en esta nota compartiré varias definiciones que deberían ser tomadas en cuenta, pues al momento de argumentar debemos hacerlo con el debido nivel de inteligencia, raciocinio y sentido común, es tan extendido el uso de sofismas y falacias en nuestra vida diaria, que inconscientemente tendemos a usarlas, si estamos familiarizados con los conceptos, es probable que podamos corregir nuestra tendencia a recurrir a falacias y comencemos a usar nuestra inteligencia y sentido críticos de manera saludable.

Falacia Ad Hominem:

En su sentido literal significa argumento dirigido contra el hombre. Este tipo de Falacia implica un argumento que no se preocupa por realizar razonamientos adecuados en contra de una opinión contraria, sino que pretende refutar tal opinión, desacreditando a la persona o personas que la sostienen.

La Falacia Ad Hominem presenta dos formas:

Falacia Ad Hominen Ofensiva:

En este tipo de Falacia, la censura se dirige directamente en contra de la persona o personas que defienden una opinión determinada, tildando a tal persona o personas con calificativos descalificadores con el objetivo de señalar que aquello que dicen no puede ser verdad.

En esta falacia, en lugar de indagar las razones en la que tal persona o personas sostienen su opinión, con el objeto de refutarla racionalmente, se provoca una actitud de rechazo de carácter descalificador.

Pertenecen a este tipo de Falacia Ad Hominem ofensiva, todos aquellos “argumentos” en donde se pretende que una afirmación es falsa solo porque ha sido pronunciada por determinada clase de personas, (activistas, ateos, anti-mormones) en este contexto, es la ideología, el carácter, lo que se considera como perverso y reprobable. Y tal reprobación se constituye en la base de la refutación que se intenta realizar contra la opinión mantenida por tal clase de personas.

Falacia Ad Hominem Circunstancial:

En este tipo de “argumento”, la refutación no se basa tanto en ejercer la censura en contra de la persona o personas en concreto, sino en contra de los intereses, motivos o circunstancias que lo rodean a la hora de defender una opinión.

Lo que quiere mostrar este tipo de argumentos es que, si alguien tiene un interés particular en algo, entonces ya no puede decir cosas objetivas, y por ello, todo lo que afirma tiene que estar necesariamente deformado; por lo que nunca podrá expresar la verdad.

Es evidente que cuando alguien muestra cierto interés hacia algo, esto puede convertirse en un fuerte motivo que le lleve a manipular e incluso, a falsear los datos de su “argumentación”. Ahora bien, lo curioso del caso es que, aún obrando así, su argumentación podría ser correcta. Ello es lo que hace que, para refutar tal opinión sea necesario algo más por parte del refutador, que la apelación descalificadora a los intereses o motivos ocultos. Si apelamos únicamente a estos, el argumento que realizamos es una Falacia.

La diferencia existente entre estos dos tipos de Falacias Ad Hominem reside en que, mientras las circunstancias que rodean al sujeto en la Falacia Ad Hominem circunstancial, no se consideran negativas, en el caso de la Falacia Ad Hominem Ofensiva sí se les considera muy negativas.

Falacia Ad Báculum:

El término “Ad Báculum” literalmente significa al bastón.

En tal contexto este tipo de Falacia se refiere a aquellos “argumentos” que apelan a la fuerza o poder de algo o de alguien como razón conclusiva que permita establecer la verdad de una conclusión.

Es frecuente el uso de este tipo de Falacia cuando faltan o fracasan los argumentos de carácter racional.

Suelen usar este tipo de “argumento” aquellas personas que ostentan algún tipo de poder, ya sea económico, político, social, religioso, militar…

El esquema formal de la Falacia Ad Báculum es el siguiente:

A afirma X (X es algo que B no está inclinado a aceptar, A es alguien que tiene un cierto poder sobre B, por lo tanto, si A afirma que X es cierto, entonces X es cierto.

Falacia Ad Populum:

Literalmente el significado es “argumento dirigido al pueblo”, es decir, a un grupo de personas sobre las que se intenta provocar aquellos sentimientos que les hagan adoptar el punto de vista del hablante.

En este tipo de Falacia se omiten las verdaderas razones que podrían llevar a la aceptación o rechazo de lo que se quiere demostrar y se invocan en su lugar, hechos o circunstancias con el único fin de excitar los sentimientos y emociones del auditorio.

Suelen usar este tipo de argumento todas aquellas personas que intentan inclinar la opinión de la gente hacia un determinado asunto, producto o personaje. Con el fin de decantar al público hacia una posición determinada, el “demagogo” no se preocupa tanto de presentar razones o pruebas de lo que quiere demostrar, sino que acudirá prioritariamente a los sentimientos del auditorio.

Se puede apelar a los sentimientos raciales de la gente, a los sentimientos de inseguridad, a los sentimientos de placer, a los sentimientos de envidia, de grandeza, de homofobia, etc.

Falacia Ad Verecundiam:

Literalmente significa Apelación a la autoridad.

Tal tipo de falacia se comete cuando recurrimos a explotar el sentimiento de respeto que se tiene hacia alguien que se considera una “autoridad,” para conseguir así el asentimiento hacia una conclusión.

Ahora bien, no siempre que se recurre a una autoridad en una materia se está cayendo en Falacia Ad Verecundiam. Así por ejemplo, cuando no tenemos una idea clara sobre alguna cuestión y nos basamos en alguna autoridad para intentar buscar cierto fundamento a tal idea, o cuando citamos a alguna autoridad en alguna materia con el objeto de buscar cierto apoyo a lo que estamos diciendo, entonces no estamos actuando falazmente.

Únicamente incurrimos en tal tipo de Falacia Ad Verecundiam:

1. Cuando acudimos al uso de la autoridad de alguien en la materia que estamos debatiendo, para dar validez deductiva a lo que queremos demostrar.

2. Cuando usamos la autoridad de alguien en otra materia, para así justificar nuestras conclusiones acerca de un tema, en donde tal autoridad no es un experto.

Tal es el caso de la homosexualidad, señalada por Boyd K. Packer como un comportamiento al cual se puede renunciar si se quiere, cabe señalar que Boyd K. Packer no es ningún Psiquiatra o Psicólogo, que no tiene ninguna especialidad en materia de sexualidad, más bien es conocido por su pensamiento prejuiciado en lo que a sexualidad humana se refiere, algo incomprensible si tomamos en cuenta su cantidad de descendientes. [No pude evitar el sarcasmo.]

Luego de la controversia causada por este discurso, la iglesia “explicó” lo que el Elder Packer “quiso decir” incluso el texto del mismo fue cambiado en algunas palabras para suavizar el obvio juicio y condena hacia quienes tienen que vivir con estas preferencias.

Falacia Ad Ingnorantiam:

Literalmente significa Argumento basado en la ignorancia.

Lo que caracteriza a esta Falacia es el pretender, que porque algo no se sepa o no se haya probado que es verdad, entonces es falso. Y viceversa. El que a veces no se esté en posición para demostrar o refutar una afirmación, ello no implica que tal imposibilidad sea motivo suficiente para proclamar su falsedad o verdad.

Esta falacia es tipicamente usada cuando alguien llega a una pagina que comparte informacion "no oficial" de esa que no se encuentra en los manuales que todos tienen en su casa, e inmediatamente asumen que es informacion falsa, solo porque no proviene de fuentes "oficiales".

Falacia Tu Quoque o Falacia del Tu también.

Este tipo de Falacia puede considerarse como un caso particular de la Falacia Ad Hominem.

La Falacia tu quoque se aplica a todos aquellos “argumentos” en los que, en vez de replicar a un contrincante dialectico exponiendo razones, se desvía la cuestión recordando lo que tal contrincante ha dicho o hecho en el pasado con el objetivo de señalar la falsedad de lo que en esos momentos tal contrincante está defendiendo.

Falacias de Ambigüedad.

Las falacias de ambigüedad tienen su base en la complejidad del lenguaje. Ello da lugar a Falacias por Equívoco, Anfibológicas y Falacias por Ambigüedad.

Falacias Materiales.

Se les denomina Falacias Materiales porque la falacia se produce esencialmente cuando los oyentes, o bien no prestan atención, o bien no poseen un dominio de la materia que se está tratando en un discurso que es falaz.

Dentro de las falacias materiales se pueden encontrar:

Generalización Inadecuada:

Surge porque los datos de partida, mediante los cuales se intenta llegar a una determinada conclusión, están apoyados sobre una base de datos absolutamente inapropiada. Por ello la conclusión es falaz y absolutamente improbable.

Falacia Falsa Causa:

Esta Falacia tiene lugar cuando un argumento presenta como causa de un determinado hecho algo sobre lo que no hay ningún tipo de razón lógica para considerarlo como causa real de tal hecho.

En los dos casos anteriores; como ejemplo podemos citar la justificación que generalmente se usa para la poligamia, en donde muy convencidos se apoyan en escrituras del Antiguo Testamento, las que hacen referencia a Jacob o el Rey David, sin meditar siquiera que están refiriéndose a una cultura y costumbres que en nada tienen que ver con el concepto del matrimonio reinante en la sociedad occidental. Eso solo sería justificado si de musulmanes habláramos, pero tal no es el caso. ¿O me equivoco?

Muchos también aluden el hecho de la supuesta “escacez” de hombres, mostrando con esto su ignorancia con respecto a la real situación que se vivía en la época.

Falacia de falta de pruebas:

Este tipo de Falacia se produce cuando se están exponiendo datos necesarios para fundamentar o refutar una conclusión y se omiten u ocultan aquellos hechos desfavorables para la opinión mantenida.

Sofismas del asunto o extralingüísticos:

Se puede llegar al error de varios modos: raciocinando mal desde premisas ciertas, o raciocinando bien, pero a partir de premisas falsas, o también partiendo de una premisa que nada tiene que ver con la conclusión a la cual se pretende llegar, o también poniendo directamente como premisa aquello que se pretende obtener como conclusión. De aquí resulta la primera gran subdivisión de los sofismas extralingüísticos:

A) Sofismas de premisa falsa o dudosa:

Consisten en tomar como premisa cierta para un razonamiento una proposición que en realidad es falsa, o que no ha sido suficientemente demostrada. Se denominan también "sofismas a priori", porque el defecto está en el comienzo, antes de empezar a razonar. Ej: Sólo las ciencias útiles deben ser estudiadas por los jóvenes. La historia, la filosofía y las humanidades no son ciencias útiles La historia, la filosofía y las humanidades no deben ser estudiadas por los jóvenes

B) Sofismas de observación:

Son aquellos en que la premisa consiste en un hecho empírico, y el error se ha producido en la interpretación del hecho cuando se lo hubo observado. Los sentidos (vista, oído, etc.) nunca yerran, pero sí suele errar la inteligencia del hombre cuando emite un juicio con respecto al hecho percibido por los sentidos. Así, por ejemplo, si alguno está muy convencido de la existencia de seres extraterrestres puede ocurrir que juzgue que es un plato volador, con la forma de tal cosa, algo que en realidad es nada más que una luz ordinaria y que no tiene precisamente tal forma. La más frecuente causa del error en esta etapa de la observación es la opinión preconcebida, es decir, el prejuicio.

C) Sofisma de antecedente incompleto:

Consiste en reducir una cosa a solamente un aspecto o algunos aspectos de ella, omitiendo otro aspecto relevante que puede ser decisivo para el asunto.

D) Sofisma de falsa disyunción:

Es el argumento en que se toma como premisa una disyunción excluyente que se presupone completa, cuando en realidad es incompleta y por ello mismo, falsa. Es una sub-especie del sofisma anterior.

Falacia de petición de principio:

Es el paralogismo que consiste en admitir ya en la premisa aquello que está precisamente en cuestión, aquello que hay que demostrar.

El razonamiento en círculo:

El argumento circular es una especie de falacia de petición de principio. Se denomina también rculo vicioso o "dialeto", y se comete cuando hay dos proposiciones que se pretenden demostrar recíprocamente, es decir, se pretende demostrar cada una de ellas a partir de otra. Ej: Sabemos que Dios existe porque los Textos Sagrados nos lo dicen. Y sabemos que los Textos Sagrados son verdad porque son la palabra de Dios.

Sofismas de cambio del asunto:

Consiste en desarrollar la argumentacion que en sí misma puede ser correcta, pero que no trata sobre el punto que se esta discutiendo y acerca del cual se pretende producir una conclusion, sino que habla de otra cosa. Se denomina "sofisma de suplantacion de tesis."

Pensar, razonar, meditar, ponderar, cuestionar, comparar, no solo afirmar, el hombre es racional e inquisitivo por naturaleza, solo los débiles de carácter son vulnerables y dependientes a la opinión y aceptación del grupo, cuando renunciamos a ese instinto inquisitivo nos convertimos en marionetas, gracias a las marionetas, el mundo se divide entre "mejores y peores", entre "los elegidos" y el "resto", gracias a las marionetas existe la discriminación, existen los regímenes politicos injustos, existe la corrupción en cualquier ámbito, existe la indiferencia y la desigualdad. La gloria de Dios es la inteligencia, proclamamos a voz en cuello, entonces. ¿Por que actuar como si fuésemos marionetas? ¿Por que renunciar a nuestro derecho a cuestionar?